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20 sept 2011

Ubicación Breve de las Cosmogonías Órficas, el Huevo y Separación de Cielo y Tierra.

El libro Los Filósofos Presocraticos de Kirk, Raven y Schofield, nos habla acerca de variaciones cosmogónicas, atribuidas a los órficos, que ilustraron una teoría en la cual el alma puede sobrevivir si se mantiene pura, entonces elaboraron la mitología de Dioniso, señalando sucesos particulares en la tradición órfica con respecto a las características de Orfeo sobre su pureza y facultad de profecía después de la muerte. Dichos escritos se datan en el siglo III a.C. Sin embargo algunos investigadores como W. K. C. Guthrie, sostenían que la doctrina órfica se encontraba ya escrita en libros sagrados desde el siglo VI a.C. Otros como C. Wilamowitz y I. M. Linforth sostienen que la denominación “órfico” era aplicada a todo tipo de ideas relacionadas con cualquier tipo de rito. Gran parte de las discusiones, también se han generado por la aparición de una secta, que posee una serie de creencias propias, semejantes y bien definidas, las cuales, sin embargo, carecen de elementos como; cosmogonía o himnos. Por lo que según Linforth, pertenece al periodo romano, aunque es en este momento donde Orfeo comienza a ser reconocido como el patrono de ritos acerca de la vida y de la muerte. A quienes practicaban ciertos ritos relacionados a Orfeo, como se mencionó anteriormente, se les denominó “órficos”.

Podemos encontrar algunas variantes en la cosmogonía órfica, que está sujeta a las diversas variaciones, debido a su carácter oral. Los distintos “autores” de las cosmogonías dan cierto orden a la jerarquía de las deidades, Como lo veremos más adelante con Hesiodo. Pocas son las diferencias ya que en general el abanico de las “teogonías” es muy semejante, aunque llegan a diferir entre sí, con respecto al orden que pretenden darles dentro de las cosas creadas, es decir, qué lugar corresponde a quién; como Gea a tierra o, Urano al cielo. Para ello Haré referencia a los ejemplos señalados en el texto de Kirk, Raven Y Schofield, que sitúan a estas variaciones como; “versiones neoplatónicas”.

Versiones neoplatónicas sobre la cosmogonía órfica.

La primera derivación, se da a partir de la noche, la cual señala que Fanes es el creador primario del mundo, y el primer puesto cosmogónico es para la noche. Fanes da a luz a Gea y a Urano. La segunda sugiere a Crono como el origen de todo, tanto del éter[1] como del caos, aunque una tercera sostiene que es Cronos el principio de todo, sin embargo al conformar la cuarta derivación, que es una versión de Jerónimo y helánico, el argumento subraya que el agua es el principio de todo. Existe también una variante que habla del agua, pero su diferencia radica en que de ella, surge Crono, quien engendra un huevo de donde surge Urano y Gea, los cuales al unirse engendran a otros dioses.

El tema del huevo en versiones anteriores no específicamente órficas.

En cuanto a la versión de Aristófanes tenemos que, él consideraba a la noche como progenitora del huevo de donde salió Eros, quien al unirse a Caos, dio origen a nuestra raza, también dio origen a los inmortales, es decir, los dioses. (Cf. Kirk, Raven y Schofield 1987, pag. 50)

Las analogías elaboradas acerca del huevo, lo describen como; la bóveda celestial que es semejante al cascarón y de la misma manera que el éter esta sujeto a esta bóveda, así la yema al cascarón. (Cf. Kirk, Raven y Shofield 1987, pag. 54)

Algunos versos, en la cosmogonía dicen que, Urano ha sido el primer rey celeste además de ser hijo de la noche, para esto, krono quien es hijo de Urano consigue el reinado castrando a su padre, después será Zeus el rey de celestial, al absorber el falo de Urano, por ello Zeus da a luz de sí mismo a las cosas, incluyendo a dioses y diosas.


LA COSMOGONÍA HESIÓDICA Y LA SEPARACIÓN DE LA TIERRA Y EL CIELO.

Hesiodo intenta sistematizar lo antiguos mitos, poner orden al material de la edad arcaica[2], demuestra, también la autoridad de Zeus proponiendo a Caos y Gea como primicias de todas las cosas, después a Tártaro y Eros.

La generación se organiza mediante opuestos, se pretende localizar cual es la región del mundo que representa caos, así como del resto de las divinidades, generalmente dentro de un espacio geográfico.

Eros existe en su aspecto de lluvia entre el cielo y la tierra. Tártaro lo encontramos como el “caos sombrío” de color negro y caracterizado por contener aire.


La separación del cielo y de la tierra en la literatura griega

Y no es mío sino de mi madre el mito de cómo el cielo y la tierra eran una sola forma; y cómo, después que se separaron uno de otra en dos partes, generan todas las cosas y las sacaron a la luz: árboles, volátiles, fieras, los seres que el mar salado alimenta y la raza de los mortales. (Cf. Kirk, Raven y Schofield 1987, pag. 69)

Aquí se retoma la primera etapa sobre la cosmogonía de Hesiodo, la cual nos habla de la separación del cielo y la tierra, como arriba se ha venido mostrando, la cual, para los griegos era un mito muy familiar, lo que hace pensar que se transmitía de manera generacional, es decir, de padres a hijos, probablemente de modo oral, característico de las narraciones tradicionales. La separación del cielo y la tierra era un “mecanismo” muy recurrente dentro de la cosmogonía griega, por decirlo así, aunque no solo perteneciente a los griegos, luego de que es fácil ubicarlos en las tradiciones orientales. A continuación recurriré al libro del génesis que nos muestra la creación de todo lo existente, como un proceso de separación donde todo estaba, sólo hacía falta ordenarlo y es así que Dios, separó y otorgó un espacio a las aguas y a la tierra dándoles su propio lugar. Este ejemplo de origen semita confirma la idea de la separación, y su localización en otras culturas y no únicamente en la griega.

La separación (de cielo y tierra) la podemos ubicar en los griegos y en los orientales como parte del mito que presenta la mutilación. Esta narración consiste en la emasculación[4] de Urano cuando éste se une a Gea, quien proporcionó a Krono una hoz para poder así, segarle los genitales a Urano. Cuando esto sucede la tierra queda fecundada por la sangre derramada, posteriormente la tierra fecunda, alumbrará al dios de la tormenta, Zeus, quien desplazará a Urano y pasará a ser el “rey del cielo”. Vino el gran Urano trayendo a la Noche y deseoso de amor, se hecho sobre Gea y la cubrió toda ella; desde el lugar de la emboscada estiró el hijo su mano izquierda y con la derecha cogió la hoz monstruosa, grande, de agudos dientes: con rapidez segó los genitales de su padre y los lanzó hacia atrás para que fueran llevados lejos… (Kirk, Raven y Schofield 1987, pag. 72)

Es muy similar lo que sucede en la versión babilónica, cuando Kumarbi le arranca los genitales de un mordisco a Anu y los engulle, aunque al poco tiempo los escupe cuando se da cuenta de que probablemente quede fecundado del dios de la tormenta y de dos dioses que son terribles, pero al escupirlos, la tierra queda fecundada de los dos dioses terribles, sin embargo él no logra librarse de la fecundidad y alumbra al dios de la tormenta. Es así como se explica de otro modo en la teogonía, la separación del cielo y la tierra, la escisión[5] de Urano y Gea.


Bibliografía.

Kirk, Raven y Schofield, Los Filósofos Presocráticos, Gredos, Madrid, 1987, cp. 4-5: "Variaciones de la cosmogonía órfica".

Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española 2011.


[1] Del latín. aether, y este del griego. αἰθήρ. m. poét. Esfera aparente que rodea a la Tierra.

[2] Del lat. archaĭcus, y este del gr. ἀρχαϊκός. adj. Muy antiguo o anticuado.

[4] f. Acción y efecto de emascular. // tr. Capar. ( los órganos genitales)

[5] Del lat. scissĭo, -ōnis, cortadura. f. rompimiento.

Preludios Filosóficos

El capítulo I del texto de Kirk y Raven Los Filósofos Presocráticos I examina o contextualiza al lector en las “ideas que no son estrictamente filosóficas, sino de contexto mitológico”, pero que pueden considerarse como antecedentes de los “intentos propiamente racionales por explicar el mundo”[1]. Estos intentos se han representado en personajes míticos pero que “han sido resultado de un modo de pensar directo, empírico…”

Estos pensamientos parten de la necesidad de explicar el nacimiento de todo, la creación; y se enfocan principalmente en conceptos que los griegos dieron posteriormente importancia cosmogónica, estos son: Océano, Nochey el mundo en general. Para ello se llegan a tomar en cuenta, incluso, el aporte que pudieron ofrecer otras culturas como son Egipto, Mesopotamia, etc.; aunque no con el fin de transportar todo el razonamiento propio de los griegos a la interculturalidad, eliminando su originalidad.

Se presenta porúltimo cuatro de las versiones neoplatónicas de las cosmogonías órficas.

El mundo.- Sus primeros esfuerzos se enfocaron en la descripción del mismo, “a partir de uncomienzo simple y, en consecuencia, completamente comprensible”. Principalmente se enfoca en la imaginación antropomórfica[2] de su creación.

Popularmente la naturaleza del mundo era concebida en la conformación de un cielo como “una semiesferasólida, similar a un cuenco”; el espacio entre cielo y tierra, que contie neneblina en su parte inferior, y éter en su parte superior; posteriormente la tierra; y debajo de ella ampliamente extendido el Tártaro, similar al cielo en su forma; por último se tomaba al “Océano que fluía en torno al borde del disco terrestre”.

El Océano.- Concebido “como río que circunda la tierra, y fuente de todas las aguas”. Esta expresión reflejados visiones comúnmente aceptadas: la primera en cuanto a ceñidor de la tierra y la segunda en cuanto río.

La segunda acepción descubre la idea de las corrientes que forman a Océano, haciendo referencia a su conformación por agua dulce.

Una tercera aseveración aparece en la frase: fuente de todas las aguas. Ella refleja un primer esbozo de lo que más adelante dirá Tales de Mileto: el agua como el arjé, el principio de todas las cosas. Quizá por relacionar a Océano (que se aclara que aquí es concebido como ser mitológico[3]con la necesidad del agua para la vida. Ésta concepción se encontraba también en las culturas babilónicas y egipcias.

La Noche.- Según Aristóteles (Met. N4,1091 b4) era tenida por un concepto cosmogónico arcaico. De hecho es de quien más polémica encontramos sobre si es colocada en primer término antes que todos los dioses o no. Lo que sabemos que es que dentro de las cosmogonías atribuidas a Orfeo se encuentra la “erección de la Noche en figura representativa del estado original e incoado de las cosas”. Sin embargo “no hay indicio suficiente” que afirme ésta concepción de Noche ejerciera “influjo sobre el pensamiento cosmogónico cuasi-científico”.

Las cosmogonías órficas.- De principio hay problemas para identificar la aparición de una secta que sustentase dichas creencias, sin embargo hay versiones neo-platónicas acerca de éstas cosmogonías. Podemos encontrar cuatro: la “derivación a partir de la Noche”; “la teología órfica usual”[4]; “la versión de Jerónimo y Helánico”[5]; y “la variante de Atenágoras” a la versión anterior. Estas versiones cambian en el sentido de su fundamento más que en su expresión. La primera entonces “menciona un primer campo, la Noche, que no aparece en las demás”. La segunda es la más manejada y conocida. La tercera, en cambio, modifica la segunda con la “representación concreta de un Crono, inicialmente abstracto”. Por último encontramos en la cuarta versión que a partir de la ruptura del huevo para formar el cielo y la tierra, se aduce al barro en una u otra forma como primer ciclo.

Se puede captar con ello cómo es que a partir de la misma cosmogonía, mitología y demás, se fue creando ésta mentalidad de buscar el conocimiento y la razón de ser de las cosas (su verdad), hasta que llegó un punto en el que, liberándose de una creencia fija, buscando la justificación en la razón, surgió la filosofía como expresión de ésta búsqueda innata en el hombre.



[6]Bibliografía


C. S. KIRK, J. E. Los Filosófos Presocráticos I. Madrid: GREDOS.




[1] Con respecto al alma no se da ninguna referencia más allá de laHomérica, que la asocia con el éter ola sustancia de los astros.
[2] En cuanto a la existencia de uno ó un par de progenitores.
[3] De hecho Océano y Tetis son la primera pareja antropomórfica.
[4] -Eter
Crono (1) --> huevo (2) (o túnica brillante, o nube) -->Fanes (3) (Metis, Ericepeo)

-Caos

...Tal es la teología órfica usual.
[5] Cabe destacar que es considerado como la una sola persona en realidad. La teologíaórfica en versión de Jerónimo y Helánico (si es que no son una misma persona)es como sigue: el agua, afirman, existía desde siempre y la materia de la que,por solidificación, se formo la tierra...
[6]Hago notar que las citas aquí puestas son tomadas del mismo libro.

Visión cosmológica de Tales de Mileto

Como se sabe, en la historia de la filosofía hubo un periodo llamado presocrático, caracterizado por el enigma cosmológico. Por ello, muchos pensadores de esa época daban su opinión lógica al origen del mundo, de las cosas, y de los fenómenos naturales. Uno de los presocráticos que posee más relevancia es el filósofo Tales de Mileto que aportó sus teorías cosmológicas poniendo al agua como principio supremo de las cosas, y al alma que todos los seres de la tierra poseen. Gracias a Aristóteles se puede reconstruir buena parte del pensamiento de Tales de Mileto. En efecto, al estudiar las teorías de tal autor se nota que el pensamiento humano se ha ido transformando durante la historia para dar una mejor razón a las cosas.

Según los estudios históricos Tales fue el primer filósofo griego en dar razón del universo y de las cosas que sucedían en aquél entorno, como los fenómenos naturales. Parece ser que no dejó nada escrito, sin embargo se le atribuye los escritos de la Astrología Náutica. Mientras tanto, otros dicen que no es de él, sino de Foco el Samio.

Ahora bien, para adentrar al pensamiento de Tales es necesario iniciar con la cosmología, la cual Aristóteles argumenta en Tales en que la tierra flota sobre el agua, y que ella es el origen de todas las cosas. Esta teoría fue propuesta por Tales porque dedujo, que el principio de todas las cosas tiene una naturaleza húmeda. Esto quiere decir  que las sustancias naturales húmedas pueden experimentar variados cambios ya que el agua es el elemento más activo de los cuatro elementos. Cabe mencionar que dichas ideas del agua como principio procedían de versiones mitológicas no griegas, sino de cosmologías míticas con origen Oriental. Por ejemplo: en Egipto se concebía generalmente a la tierra bajo la forma de plato plano y con bordes en sus extremos, que descansaban sobre el agua, que llenaba también el cielo; el sol navegaba de día en una nave a lo largo del cielo y bajo tierra durante la noche. Incluso en Babilonia se habla de la Creación, Apsu y Tiamat representan las aguas primigenias y Apsu sigue representando a las aguas subterráneas después que Marduk ha escindido el cuerpo de Tiamat para formar el cielo (con sus aguas) y la tierra. Por tanto su idea de la tierra que flota sobre el agua se originó con el acercamiento a estas culturas, especialmente la egipcia. También se cree que los poemas homéricos están influenciados por estas corrientes mitológicas de Oriente. Puesto que traen rasgos similares.

Algunos estudiosos de Tales, dan su punto devista explicando el sentido del agua y sus causas, por ejemplo, dice Teofrasto:

Tales se valió del agua para explicar los terremotos (explicación que se basa en la concepción especial de que la tierra descansa sobre el agua) “. [1]

Tal deducción se dio  porque según Tales afirmaba que el mundo es sostenido por el agua, que anda como un barco y cuando se dice que “tiembla” solamente la tierra está meciéndose. Así pues, el agua para Tales, es el primer principio natural en el que se van generando las demás cosas. O dicho con otras palabras es el arjé del mundo. Después de tocar el tema sobre el agua como origen, es de vital importancia entender que el pensamiento de los griegos del s.VI fue madurando conforme a los avances científicos, sociales, etc. para dar nuevas teorías al aspecto cosmológico y a los sucesos naturales que ellos iban experimentando.

Otro de los principios que Tales saca a colación es la postura sobre el alma, la cual, arguye que todo ser existente puede tener alma, y así mismo a firma que todas las cosas están llenas de dioses. Para ello Aristóteles da su punto de vista diciendo:

 "Parece que también Tales, a juzgar por lo que cuentan, supuso que el alma era algo cinético, si es que afirmó que la piedra… posee alma porque mueve el hierro". [2]

En cierto modo Tales, según Aristóteles, creía que el alma es algo cinético, y qué mejor ejemplo para ilustrar esta idea es con una piedra magnética. También explica que el hombre tiene alma, pero si se muere, su alma se ha retirado de él; esto da a entender que hay una disociación entre cuerpo y alma.

Tales realizó estas dos posturas del elemento natural (agua) como el principio de las cosas, y donde la tierra flota sobre ella. Y el tema del alma como principio fundamental de la vida.

Después de haber hecho síntesis de las teorías de Tales, rescato un elemento que me hace reflexionar en cuanto al pensamiento de las personas. La gente con el paso del tiempo va cambiando su pensamiento por diferentes factores que les presenta la sociedad, ya sea en la cuestión política, religiosas u otras. Lo que doy a entender es que el pensamiento del hombre se ha profundizado durante los periodos de la historia para dar una mejor postura a los sucesos que se están viviendo. Por ejemplo, Tales propuso al agua como elemento primordial y al alma como principio de vida. Ello lo dice por el contexto cultural que se está originando en Jonia, colonia de Grecia. En efecto, algunos científicos o filósofos profundizaron estas ideas y se dieron cuenta que la tierra no está sobre el agua. No obstante, no se le puede tratar a Tales como un farsante, pues los medios escasos que él tenía le ayudaron a originar ciertos pensamientos. Los cuales, se profundizaron para tener datos más objetivos. Así pues, el pensamiento se va a profundizar y tendrá cambios para responder a ciertas interrogantes que se estén viviendo en determinado tiempo y espacio.

Concluyo diciendo que los aportes de Tales han sido significativos, especialmente para la filosofía porque se percata que el pensamiento es más profundo, dando justificaciones tangibles de los hechos que van surgiendo en esa época. Dejando atrás la explicación que los mitos daban para explicar los fenómenos de la naturaleza.



Bibliografía
Kirk C.S; J.E. Raven, and M. Schoefield. Los Filósofos Presócráticos.Capítulo:Tales de Mileto. Segunda Edición. EditorialGredos. Traducción de Jesús García Fernández. Vol. 1.3 vols.1983.Pp16-_____________________

[1] Heráclito Homérico, Quaest. Hom. 22(2KR,87)
[2] Aristóteles, de an. A 2, 405 a 19(2KR,89)

Tales de Mileto y su aportación a la astronomía e ingeniería

Considerado como el primer físico e investigador al ver la naturaleza de las cosas como un todo. Se dice que Tales era hijo de Examino por parte paterna y del lado materno por Cleobuline, siendo de descendencia fenicia. Así mismo, se le considera de una ilustre familia. Llamado “Mileto” [1] debido a que fue inscrito como ciudadano en Mileto cuando llego como exiliado en su infancia. De ahí que se le considera fenicio por su origen.

A Tales se le comenzó a tomar como ´filósofo típico´ a una edad muy temprana. Las anécdotas que relatan experiencias sobre su vida personal nos permiten conocer su personalidad. Sobre esto, no son fuentes históricas apegadas a la realidad, y están datadas en el siglo IV a.c. Se dice que:
“Una aguda y graciosa esclava tracia se burló de Tales, porque, mientras observaba las estrellas y miraba hacia arriba se cayó en un pozo, ávido por observar las cosas del cielo, le pasaba desapercibido las que estaban detrás de él y delante de sus píes” (Kirk, Raven y Shoefield 1983, pag. 108).
En otras palabras, estás historias nos permiten conocer a Tales como un hombre intrigado por su entorno y su naturaleza.

Dentro de sus actividades se le atribuye aportaciones como ingeniero y astrónomo. Acto seguido de su aportación ingeniosa del desvío del “río Halis”. (Ubicado en Turquía), haciendo que el río que corría a la izquierda también fluyera a la derecha de la siguiente manera:

“Hizo cavar, comenzando más arriba de donde estaba el ejército, una zanja profunda de forma creciente, de modo que el río fluyera por detrás de donde estaba acampado el ejercito… tan pronto como el río quedó dividido se hizo vadeable por ambas partes” (Kirk, Raven y Shoefield 1983, pag. 106).

Por esta razón, Tales se convirtió, de un modo especial, en el símbolo de la ingeniosidad matemática y geométrica.

Se le atribuye la predicción de un eclipse datado en el año 585 a.c. “Tales había predicho a los Jonios que iba a tener lugar esta alteración del día, fijándolo en el año que precisamente ocurrió” .A este hecho se le considera como un golpe de suerte, debido a que se basó en observaciones empíricas y no tanto científicas. Con lo expresado, se llega afirmar que Tales predijo solsticios (momentos del año en que el sol alcanza su máxima su posición) y observó que un ciclo del día no era siempre igual en ciertas temporadas del año. Aristóteles menciona como característica de Tales, la importancia de la comprensión que tuvo con la ayuda de las tablas babilónicas, pues los sacerdotes babilónicos habían hecho ya, al menos desde el año 721 a.c., observaciones de los eclipses del sol; no obstante también ayudado de la medida de los solsticios y sus variaciones, lo que le permitió la confección de un calendario y el estudio de grupos de estrellas puesto que su intención era ayudar a la navegación. Citando también a Diógenes Laercio (Kirk, Raven y Shoefield 1983, pag.110) ,quien interpreto que los versos de Calímaco[2] significaba simplemente que Tales “descubrió” la Osa Menor.

Por otra parte se menciona también que hizo grandes contribuciones en el área de las matemáticas. Se afirma que (Tales) midió también las pirámides egipcias por su sombra, Eudemo le atribuye el teorema referente a la historia de la geometría. Se le considera también los siguientes teoremas: la bisección del círculo por su diámetro, los ángulos de un triangulo isósceles son iguales y los ángulos vértices opuestos son también iguales.

En conclusión a Tales de Mileto se dice que es el primero filósofo por sus grandes aportaciones en la historia y la manera de reflexionar sobre la verdad buscando sus orígenes, bajo otra forma de interpretar las cosas, lo que lo llevo a decir que la “naturaleza como un todo se refiere que hay alguna naturaleza, o una, o múltiple, de la cual se originan las demás cosas, permaneciendo en ella”. Su pensamiento y sus cuestionantes por la verdad lo llevaron a grandes descubrimientos de los cuales hoy día son importantes para la historia de la humanidad.
Bibliografía

Ciencias, Academia de. Luventicos. 2011. http://www.luventicus.org/articulos/03A015/mileto.html (último acceso: 18 de septiembre de 2011).
Guerra, José Torres. El festín de Homero. 5 de enero de 2009. http://elfestindehomero.blogspot.com/2009/01/calmaco.html (último acceso: 18 de septiembre de 2011).
Kirk, Raven, y Shoefield. Los filósofos presocráticos.Capítulo: Tales de Mileto. Segunda edición. Traducido por Jesús García Hernández. Vol. 1. 3 vols. Gredos, 1983.

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[1] ubicada en la desembocadura del río Meandro, que derrama sus aguas en el mar Egeo, en la costa oeste del Asia Menor.
[2] Calímaco nació en Cirene entre el 320 y 303 a.c. según las fuentes, pasó profesionalmente la escuela en el suburbio de Alejandría trabajando en la biblioteca. Tuvo relación con Tolomeo II, Filadelfo. Calímaco fue una figura principal en la cultura de Alejandría, siendo a la vez erudito y maestro de poemas.

19 sept 2011

Las Fuentes de la Filosofía Presocrática según Kirk y Raven

C.S. Kirk, J.E. Raven y M. Schofield en su libro “Los Filósofos Presocráticos” proponen ciertas fuentes de la filosofía presocrática. De las mismas se basarán para la elaboración de su libro, como una historia crítica con selección de textos. Antes que nada es importante saber que “los fragmentos actuales de los pensadores presocráticos se conservan citados en los autores antiguos posteriores a ellos” (Kirk, Raven and Schoefield 1983, p.8). Por lo tanto, no es posible que encontremos directamente obras de filósofos presocráticos o que los citemos exactamente como ellos lo han dicho, sino que, las fuentes que de ellos tenemos y en base a las cuales se realizan los trabajos de investigación, son de otros filósofos posteriores a ellos que en alguna de sus obras los citan.

Las referencias más antiguas de los presocráticos las tenemos aproximadamente en el siglo IV a.C. con Platón y duran hasta el Simplicio en el siglo VI d.C. En consecuencia, aquello que de los filósofos presocráticos sabemos no son datos enteramente objetivos o verdades absolutas, sino que, por su origen, son subjetivos, con muchas interpretaciones, no libres de alteraciones, pero al fin, son las fuentes que tenemos y que con mayor o menor grado de veracidad nos dan información acerca de la vida y obra de aquellos filósofos.

Dentro de la clasificación que en su libro los autores (Kirk y Raven) nos hacen, sobresalen como filósofos posteriores que citan directamente a los presocráticos Aristóteles, Platón y Simplicio. Pero además de ellos hay otros, quizás no tan importantes, pero que pueden destacarse como fuentes importantes de extractos literales.

Plutarco el filósofo, en el siglo II d.C. en sus Ensayos Morales; Sexto Empírico, el filósofo escéptico y físico de finales del siglo II d.C.; Clemente de Alejandría, que vivió en la segunda mitad del siglo II d.C. e inicios del III d.C. sobre todo en sus comparaciones entre el cristianismo y el paganismo citó a los presocráticos; Hipólito, teólogo del siglo III d.C., afincado en Roma, escribió una Refutación de todas las herejías en nueve libros en donde hace mención de algunos presocráticos; Diógenes Laercio compiló probablemente en el siglo III d.C. las Vidas de filósofos famosos donde incluyó breves pero importantes citas; y por último en el siglo V d.C. Juan Estobeo reunió, en su Antología, extractos procedentes de literatura griega.

Muchos otros autores citan directamente a los presocráticos pero de manera más ocasional (Filodemo, Marco Aurelio, Máximo de Tiro, Orígenes, Aecio, Galeno…). A la par, tenemos, como otro género de fuentes los “testimonios”. Éstos son menciones que autores hacen de los filósofos presocráticos sin citarlos directamente. Entre los más importantes comentarios a los presocráticos se encuentran los de Platón, que en mucho los ironiza; Aristóteles que expone de manera un poco más objetiva; Teofrasto con su actividad enciclopédica; y la tradición doxográfica[1], en su mayoría compilaciones sobre los presocráticos, ordenados de manera cronológica y general, sin un verdadero rigor en cuanto a su veracidad (muchas veces basados en opiniones personales y meramente subjetivas).

De todas estas fuentes, se considera que la fuente principal de información es Teofrasto, con sus Opiniones físicas debido a la magnitud de su obra, con un valor más objetivo, aunque experimentó un intenso influjo aristotélico. “Es por consiguiente, legítimo sentirse completamente seguro de la intelección[2] de un pensador presocrático sólo cuando la interpretación de Aristóteles o de Teofrasto, incluso en el caso en que ésta pueda reconstruirse con toda precisión, queda confirmada por los extractos correspondientes, completamente auténticos, procedentes del filósofo en cuestión” (Kirk, Raven and Schoefield 1983, p.14).

Bibliografía
Kirk, C.S., J.E. Raven, and M. Schoefield. Los Filósofos Presocráticos. Capítulo: Las Fuentes de la Filosofía Presocrática. Segunda Edición. Editorial Gredos. Traducción de Jesús García Fernández. Vol. 1. 3 vols. 1983. Pp. 8-14



[1] Doxografía: Rama de la literatura. Comprende obras con los puntos de vista de filósofos y científicos del pasado sobre temas de filosofía, ciencia…
[2] Intelección: Interpretación. Cómo se entiende algo.

18 sept 2011

Teogonías de Alemán y Ferécides

En el libro los filósofos presocráticos de Kirk, Raven y Schofield, podemos encontrar dos teogonías diferentes ante la tradicional de Hesíodo; una del lírico espartano Alemán escrita en el siglo VI a.C., y la otra del mitógrafo y teogonista Ferécides de Siro, escrita también en el siglo VI a.C.

Alemán dice que cuando la materia comenzó a ser, estaba desordenada y sin hacer, por lo cual surgió un camino poros que es el principio u origen, y también surgió un límite tekmór que es el fin.

De Ferécides se dice que fue el primero en escribir en prosa sobre los dioses en su libro, “los siete escondrijos”. Se le atribuyen diversos portentos, como la predicción de un terremoto y de un naufragio. Fue el maestro de Pitágoras, sin embargo, él no tuvo maestro, ya que se instruyó a sí mismo, después de haber adquirido los libros secretos de los fenicios.

En el libro “los siete escondrijos”, Ferécides considera que Zas, Crono y Ctonia existieron desde siempre como los tres principales principios, es decir, no fueron creados. Crono produce de su propio semen al fuego, al viento y al agua, esto es importante, ya que el semen humano es generador, por lo tanto el semen de un dios es cosmogónicamente creador.

Ferécides escribe también de la boda entre Zas y Ctonia, donde Zas al tercer día de los festejos hace un gran velo que lo decora con tierra y océano, y se lo regala a Ctonia, la cual toma el nombre de Ge, es decir, tierra. Este acto, podría interpretarse como una alegoría de la creación de la tierra y el océano.

Según la teogonía de Ferécides, el primer rey de todos los dioses fue Crono, el cual gobernaba el cielo, mientras tanto, Ofioneo, uno de sus hijos, que es relacionado con un monstro en forma de serpiente lo desafía en una batalla, donde el acuerdo sería que el vencedor ocuparía el cielo, por lo tanto, si Ofioneo ganaba se convertiría en el rey supremo, pero si Crono ganaba, continuaría en su reinado. En esta batalla el vencedor fue Crono.

La narración anterior de la batalla de los dioses, nos da luces, para descubrir que Ferécides tomó como punto de partida para su teogonía a los fenicios. “La lucha cósmica con un dios serpiente no es, naturalmente, exclusiva de Grecia, sino que se encuentra en toda el área del Oriente próximo” [1]

Crono siguió siendo el rey de los dioses, hasta que fue sometido por Zas, quien tomó el poder (de este acontecimiento no se encuentran detalles).

Ferécides de Siro fue un personaje importante dentro de la mitología griega, ya que él no trata de expresar todas las cosas con argumentos netamente míticos, su afirmación donde nos presenta que existieron siempre tres dioses, hace un gran cambio en la mitología tradicional griega. “La filosofía se ha conseguido mediante la trascendencia de este tipo de visión del mundo y la tendencia esforzada hacia una visión más directa, menos simbólica y menos antropológica”.[2]

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[1] Kirk, Raven y Schofield, Los filósofos presocráticos, Editorial Gredos, Madrid, 2008, Cap. “Los precursores de la cosmogonía filosófica”, pp. 79.

[2] Kirk, Raven y Schofield, Los filósofos presocráticos, Editorial Gredos, Madrid, 2008, Cap. “Los precursores de la cosmogonía filosófica”, pp. 83.

Bibliografía.

Kirk, Raven y Schofield, Los filósofos presocráticos, Editorial Gredos, Madrid, 2008, Cap. “Los precursores de la cosmogonía filosófica”, pp. 56 – 85.

7 sept 2011

Religión y ética en los poemas homéricos

El texto que ahora presento es una pequeña confrontación entre dos posturas diferentes sobre el tema de los poemas homéricos. Una de las posturas argumenta que dentro de los poemas de Homero se puede encontrar un fondo religioso, en cambio la otra argumentación está totalmente en desacuerdo subrayando que en dichos poemas no existe una esencia religiosa. También es importante comentar que cada una de las posturas abre cierto panorama para profundizar el tema de los poemas homéricos, los cuales, traen demasiado valor histórico y literario de la cultura griega; esto quiere decir que se está hablando de la Odisea y la Ilíada.
Como mencionaba anteriormente hay un problema de la relación existente entre religión y ética en Homero, pues cada una de ellas defiende su postura haciendo una argumentación sólida en lo que se dice. Ahora bien, uno de los postulantes es el padre Aurelianus que ofrece una contribución a la búsqueda de la verdadera fe en epos homérico. Es decir, demuestra que la poesía homérica tiene auténtico fondo religioso y así mismo existe una íntima relación entre la religión de los poemas y la ética. Para ello, presenta el padre Aurelianus el concepto de religión, que en sí es el conjunto de concepciones, actos y ritos (gebruiken) con los que el hombre da expresión a su fe en una fuerza personal, trascendente, de la que se espera recibir protección y salvación en la lucha por la vida.
De hecho, anteriormente Bolkestein, señala dos elementos indispensables en cuanto a la religión históricamente atestiguada: el deseo del hombre de vivir en buena relación con la divinidad y los medios con que cuenta para conseguirlo. Entretanto, dichos elementos se encuentran en Homero, por ello se llega a la conclusión que en Homero hay religión.
Sin embargo los ilustres Kern, Nilsson, Mazon, etc. niegan que en los textos de Homero se pueda hablar de religión. Pues lo que importa es no confundir las narraciones míticas con la concepción religiosa del poeta o de los héroes. Ya que el P. Aurelianus ha reducido la mitología en un deus ex machina. Es así que en el juicio de estos postuladores no hay íntima relación entre ética y religión. En efecto la mitología y el sentido religioso son muy diferentes.
Personalmente veo que son posturas muy concisas y fundamentadas para aportar a los textos homéricos de la Antigua Grecia. Y para concluir menciono que este texto me enriqueció en mi conocimiento, puesto que pude palpar nuevas formas de pensar. Sin embargo, cada argumento será verdadero en cuanto sea más fiel a lo que quiso transmitir el mismo Homero con sus textos.


Bibliografía
Alsina, José, Tragedia, religión y mito entre los griegos, Editorial Labor, Barcelona, 1971, Cap. "Religión y Ética de los poemas homéricos", págs. 119-124.

La Tradición Oriental en la Cultura Griega.

El libro titulado De Homero a los Magos de Walter Burkert es la recopilación de una de las conferencias de dicho autor. Cabe señalar que la temática principal trata acerca de la relación y las similitudes que se encuentran en la cultura griega y la tradición oriental. A lo largo del texto el autor elabora una serie de pequeños vínculos en ambas tradiciones, pone como puntos de unión escritos literarios significativos de ambas partes; para los griegos propone, La Ilíada y La Odisea básicamente. Para los orientales se basa sobretodo en la epopeya de Gilgamesh y en ocasiones en el Enúma elish, entre otros.

“Hagamos, pues, una breve recapitulación de estas semejanzas en el ámbito del estilo épico.”[1] Uno de los primeros rasgos similares con que nos topamos parece un poco obvio aunque no por ello deja de ser importante, tal rasgo se refiere a que son textos épicos, es decir, de poesía narrativa. Dentro de esta similitud hayamos modos de iniciar las narraciones de manera muy similar, así como determinadas expresiones, por ejemplo: “habló, dijo palabras fugaces” (“formula homérica”) y para la oriental “abrió la boca y habló a… dijo.” También podemos encontrar en ambos casos algunas expresiones cuando los personajes reflexionan una nueva situación, puesto que “hablan a su corazón”. Dentro de estos rasgos literarios encontramos un elenco de personajes que desarrollan un papel muy similar, como lo es Utnapishtim a la par de Odiseo, algunos de los datos relevantes que podemos encontrar es que el Gilgamesh es de tono amplio y elevado como sucede de manera muy similar con la Odisea, en ambos casos la historia destina al encuentro de Enkidu y Gilgamesh como lo es para el encuentro de Odiseo con Telémaco en la Odisea, llamando particularmente la atención en que en ambos personajes se habla de ellos como un héroe que vagó por mucho tiempo y después contó sus aventuras. En no pocas ocasiones los nombres entre los personajes llegan a ser equivalentes; otro rasgo menos mencionado, pero sí importante es la relación que existe entre las batallas con similitudes en su descripción, caracterizadas por el elogio a los carros de combate dentro de estas epopeyas, así como una temática común, la cual consiste en resaltar de algún modo el “destino de la humanidad” hablando de la muerte del hombre en contraste con la vida de los dioses, en donde al hombre se le niega la eternidad; todo lo que puede alcanzar es fama arriesgando su vida, puesto que esta fama “sobrevive a la muerte” o, como se menciona en La IlÍada, es la “gloria imperecedera”.

Hay algunos pasajes de la Ilíada, pertenecientes todos al escenario divino, cuyas correspondencias fundamentales de los más importantes poemas épicos acadios, el Atrahasis y el Gilgamesh, son sorprendentemente estrechas”[2].

Es importante señalar los estilos similares dentro de la cosmología, tratando de manera particular a las divinidades que el autor propone en equivalencias: Océano y Thetýs equivalente a Apsu y Tiamar.Además, es muy parecida la distribución de las divinidades, las cuales remiten a los espacios de cielo, tierra e inframundo, como lugares en los que podemos encontrarlos. Un modo bastante similar de la cosmología radica en los antecedentes cosmológicos de Tales de Mileto, el cual considera el agua como principio de todo, semejante a la concepción egipcia, fenicia y babilónica en el poema de la creación que se ubica en el Enúma elish. Otra posible conexión la podemos rastrear en los textos homéricos que hacen referencia a los Titanes, divinidades antiguas, a quienes el dios Zeus ha confinado a los infiernos. En las divinidades de Mesopotamia de la tradición oriental se menciona un colectivo de siete “dioses encadenados” expulsados bajo la tierra, con esto se puede notar que en la tradición órfica los Titanes se encuentran “encadenados”. Ahora tocando un poco la conexión entre los Cantos Ciprios y el Atrahasis (de término acadio, es un poema que narra desde el origen del mundo hasta la creación del hombre) nos ponemos frente a la narración que habla sobre la aniquilación de la humanidad. En la tradición oriental se menciona que el exterminio del hombre se debe a que, con el paso del tiempo, después de su creación, éste comenzó a llenar toda la tierra y ésta se sentía oprimida, tanto que mugía como un toro, de suerte que esto molesto a los dioses, perturbando particularmente a Enlil, quien luego de dirigirse a los grandes dioses sobre tal situación, trajo con ello las grandes catástrofes sobre los hombres, su similar de Chipre (de amplia influencia homérica) nos conduce a las causas últimas de la guerra de Troya, basadas precisamente en la decisión de Zeus de “aligerar” la tierra al contemplarla agobiada por la gran cantidad de pueblos que habitaban en ella, es decir, que de dicha guerra se sirvió Zeus para exterminar a una gran cantidad de hombres y así apaciguar el malestar de ésta.

Es muy común, en ambas partes, ver a los dioses que intervienen en los acontecimientos que se narran y dentro de las vidas de los hombres, aunque el “círculo” de dioses que muestra sea con un rasgo distinto, como lo es en la tradición oriental que pinta un conjunto de dioses parecidos a un senado, mientras que la griega los manifiesta a semejanza de una familia. Otras líneas conectivas revelan cierta influencia oriental en la griega, por ejemplo, el tipo de sacrificio que realiza Penélope al enterarse del arriesgado viaje que realizará Telémaco, para que éste pueda volver sano y salvo; no es un sacrificio cruento, como se pudiera esperar, sino más bien es notablemente similar al que hace Ninsun, madre de Gilgamesh, cuando éste sale a pelear contra Humbaba.

Con estas comparaciones el autor muestra una cierta influencia oriental sobre la griega, de tal modo que los resultados son ampliamente reflejados en obras de relevancia, es así como el autor trae un tema, que si bien no es reciente, al menos sí con aportes nuevos.

Bibliografía

Walter Burkert, De Homero a los Magos. La tradición oriental en la cultura griega, Xavier Riu (trad.), Barcelona, El Acantilado, 2002, pp. 09-51.


[1] Walter Burkert, De Homero a los Magos. La tradición oriental en la cultura griega, Xavier Riu (trad.), Barcelona, El Acantilado, 2002, p.

[2] Ibídem, p.

Diónisos en relación con el Orfismo

En Grecia, un dios nace de la contemplación entusiasta de la vida, de este fragmento del que se pretende movilizar para dar un culto a los misterios de la vida. Diónisos es la representación de la sabiduría, con lo cual, el hombre logra despojarse de sí mismo, como se hace al contemplar a los demás dioses. Su nacimiento provoca dentro de la vida la representación del dios de la sabiduría como lo explican sus mitos.
Por los mitos representados sobre él, como el caso de la diosa Ariadna, también se describe que Diónisos muere, por tanto es un dios que muere. Incluso es a la vez representado como animal y dios, que manifiesta los términos extremos de todas las opciones que el hombre encierra en su propio ser al ver su mortalidad.
El origen más remoto de Diónisos se localiza en Greta, entre los siglos XV-XVII a.c. Se representa por su crueldad y violencia en ataques de celos, de venganza; características de este dios. Su culto es orgiástico, no sólo por el sentido y estado de desencantamiento animal de instintos, es también danza, música, juegos, alucinación. Es un estado de contemplación por liberación cognoscitiva, una vez rota la individualidad, se es poseído por Diónisos, por consiguiente la orgía era considerada como un instrumento de culto. El falo es la representación de su divinidad, era considerado el dios del deseo, del apetito y de la tensión sexual.
La tradición órfirica-eleusiana lleva al extremo esta configuración de Diónisos, representada en la ambigüedad de un jovencito afeminado. Para entender su relación con el orfismo es necesario conocer a Apolo, dios de la sabiduría que conocía el pasado, presente y futuro. Con la armonización del orfismo se hablaba sobre la pareja Apolo-Diónisos. La muerte del dios de Apolo se produce mediante una flecha disparada por su arco. En cambio, en Diónisos, su muerte es directa: los titanes se lanzan sobre él y lo golpean, incluso lo despedazan y lo devoran, convirtiéndolo en parte de su propio ser. Es evidente que la locura de Diónisos es colectiva y la de Apolo individual, en conclusión la naturaleza del mito, que provoca lucha entre los individuos por una acción que busca sentido, ya que para los griegos la mayor competencia era por el conocimiento.

La creencia de Diónisos aparecía en el ritual de Eleusis, estando así las cosas, se pudo decir que la experiencia cognoscitiva sobre este dios se conservó inmutable por muchos años. La civilización griega, que consideraba el ritual de los misterios de Eleusis como representación, como un drama místico que escenificaba con toda su viveza, la forma prevalente de la historia sagrada.
Para hablar del fenómeno órfico es necesario seguir la tradición y la interpretación del dios Diónisos, lo que conlleva a decir que el tema del orfismo sea, hoy por hoy, una cuestión no resuelta. En primer lugar no proporcionan una fuente directa con Orfeo. Debido a que el período más antiguo, en los siglos VII-VI a.c, la tradición era oral, por lo tanto las fuentes existentes son meros indicios de carácter más bien incierto. Las fuentes que hablaban de ritos órficos, se refieren a ciertas partes de los rituales mistéricos en las que se presentaba la poesía entrelazada con Diónisos.
En conclusión, ciertas doctrinas y configuraciones míticas del orfismo surgen de los misterios dionisíacos. Estos eran acerca del éxtasis mistérico a través de representaciones sacras como las orgías, es aquí donde se muestra en toda profundidad la vinculación del culto de Dionisos y la cultura órfica, pese a ser muy diferentes entre sí.

Bibliografía
Colli, G., La sabiduría griega, Editorial Trotta, Madrid, 1995, "Introducción"

Las Bacantes (Eurípides)


La tragedia Las Bacantes escrita por Eurípides relata la historia de la venganza que el dios Dionisos efectúa contra la ciudad de Tebas, particularmente contra el rey (Penteo) y su familia.

Dionisos nació de Sémele (mortal, hija de Cadmo) y de Zeus (padre de los dioses), de quien la primera era amante. Por la ira de Hera (esposa de Zeus) muere Sémele, sin embargo Zeus salva a su hijo tomándolo en su muslo y engendrándolo de esta forma. De ésto corrió en la ciudad de Tebas la historia (de hecho creada por las hermanas de Sémele) de que Sémele había engendrado de un hombre mortal, inventado las bodas con Zeus, y éste en venganza le había fulminado, resultando que Dionisos no era ningún dios. Lo que causó el  deseo de venganza de Dionisos. Tomando apariencia de humano, llega hasta Tebas como extranjero con todo un séquito de bacantes (mujeres que le rendían culto).

Así, pues, comienza haciendo sus rituales /orgías, atrayendo con ello a todas las mujeres de la ciudad, de manera especial a Ino, Atónoe y Agave, hermanas de Sémele (madre de Penteo). Penteo, que estaba fuera de la ciudad, al escuchar que un extranjero ha llegado a hacer tales desastres, acude pronto con su abuelo Cadmo, para informarse mejor, mientras éste se disponía para rendir culto a Dionisos. Una vez enterado manda sus tropas a capturar al extranjero, pese a las advertencias de su abuelo de no hacerlo. Lo captura sin dificultad alguna, pero pronto su casa se ve azotada por el poder de tal dios. Una vez fuera de la casa, un mensajero le comunica que su madre y tías causan desastres en los campos. Dionisos lo convence de ir a detenerlas vestido de mujer para no ser identificado, al llegar al lugar, Penteo pide ayuda a Dionisos de subir a un árbol a fin de ver mejor, pero al subir, Dionisos desaparece y hace oír su voz desde el cielo, delatándolo ante las mujeres, quienes se lanzan a matarlo, la primera de ellas su madre. Agave regresa a casa contenta, con la cabeza de su hijo en las manos, creyendo que lo que tiene es una bestia.

Al encontrarse con su padre, éste le hace ver lo sucedido y a quién tiene en sus manos. De ésta manera Dionisos logra vengarse, haciendo ver la realidad divina que tiene como hijo de Zeus. Me parece que el eje principal de ésta tragedia es la incesante necesidad de Dionisos de hacer constatar su realidad divina, que se le reconozca como dios. Esto creo que refleja algo de la concepción que los griegos tenían sobre los dioses: que son seres con un grado que el ser humano no puede alcanzar; que no se pude juzgar a un dios, ni sus acciones, porque de cualquier manera se terminará perdiendo; que tienen esta parte de sentimientos, como una forma de acercarlos a la realidad humana, entre otras.

Bibliografía
Documento Electrónico

Hieros Logos


Poesía órfica sobre los dioses, el alma y el más allá



Los antiguos griegos comúnmente atribuían poesías de temática muy variada a un poeta llamado Orfeo. La tradición mitológica sitúa a Orfeo como un tracio, es decir, como el hijo de una musa, dotado de una capacidad sorprendente para el canto y la poesía. Creían que había descendido a los infiernos para tratar de rescatar a su esposa, pero no lo logró. Después fue despedazado por mujeres tracias, sin embargo su cabeza sobrevivió y él siguió dictando poemas y oráculos de los dioses. Durante muchos siglos se escribieron poemas diversos entre sí pero que eran atribuidos a Orfeo probablemente como estrategia para adquirir validez (en la antigua Grecia mientras más antiguo es un texto más válido es).


No obstante, aquellos poemas atribuidos a Orfeo durante siglos tenían principios religiosos comunes, o al menos similares entre sí. Mantenían una línea común en las creencias órficas, que a su vez éstas se asientan en un mito dionisíaco. Según la versión órfica, los Titanes mataron a Dionisos (hijo de Zeus) tras engañarlo con diversos objetos, lo despedazaron, lo cocinaron y lo devoraron. Irritado por ello, Zeus, los fulminó con un rayo. De las cenizas de los Titanes y de la tierra surgieron los seres humanos que, como consecuencia de su origen, tienen una parte terrena, el cuerpo, en el que se aloja un alma con un componente divino positivo, que procede de Dionisos, pero también con otro componente divino negativo, procedente de los Titanes, que eran dioses malévolos.


De tal manera que los diversos poemas atribuidos a Orfeo, principalmente en los primeros siglos (S.VI a.C. hasta el helenismo) manejan de una u otra manera (a mayor o menor grado) la línea órfica de una antropología dualista, marcada por una radical separación entre alma y cuerpo. El principal tema de la poesía órfica se refiere al origen de las cosas (la poesía cosmogónica) o a la génesis de los seres humanos (antropogónica). Debido al carácter más o menos universal que alcanzó la poesía órfica a lo largo de varios siglos, contextos, e incluso lugares cultural y geográficamente distintos, existen varias teogonías a él atribuidas que coinciden en parte con la de Hesíodo pero añaden elementos muy originales.


Las principales son: la Teogonía del Papiro de Derveni, la Teogonía de Jerónimo y Helanico, el Discurso Sacro (Hieros Logos) en 24 rapsodias o simplemente las Rapsodias, un Hieros Logos apócrifo de origen judío, las llamadas Laminillas de Oro y las Catábasis.


La Teogonía del Papiro de Derveni


La Teogonía del Papiro de Derveni es el poema órfico más antiguo que se conoce y que hace referencia a la Teogonía de Hesíodo, aunque omitiendo algunas partes y pasando velozmente por otras, es decir, le da su propio matiz. Fue escrito probablemente a finales del siglo VI a.C. Es una obra excepcional porque no solo narra los versos, sino que explica “el verdadero sentido” que tienen los versos, pues según el autor, Orfeo le da al lenguaje común un sentido deliberadamente oculto solamente para iniciados (los órficos).

El poema comienza con un canto a la gloria de Zeus, para remontarse después (de manera muy vaga) a las etapas anteriores al reinado de Zeus y terminar con una recreación del mundo por parte de este Dios. En esta teogonía Noche (ser primordial) es madre de Cielo que engendra a Crono, el padre de Zeus. En un momento, legítimamente Zeus toma el poder de su padre (el gobierno celeste como dios supremo) y se dirige con Noche y con Crono para aconsejarse sobre cómo ejercer su mandato. Crono y/o Noche le sugieren que se trague el pene de Cielo (que había eyaculado éter).


Zeus lo hace y queda embarazado de todas las posibilidades generativas que existían en el pene del primer dios masculino, Cielo. Además asume el ingenio y la divinidad regia, esto es, el poder y los recursos necesarios para reorganizar la creación, convirtiéndose en “madre” del que había sido el primogénito inclusive. Zeus vuelve a gestar a todos los seres, a los que volverá a dar a luz. Consigue así “la conquista de un poder que es ya indisputado porque es último dios que se convirtió en primero, por su capacidad de precederse a sí mismo, alterando las normas de la sucesión” (Bernabé, A, 2003: Hieros logos, pág. 42).


No obstante, para que pudiera continuar la acción creadora en la tierra era necesaria la presencia femenina, por lo que Zeus genera a Afrodita (nace de su eyaculación), garante de la continuidad de los nacimientos y, en general, de la fecundidad de la tierra. El resto de la recreación del mundo se produce cuando Zeus da a luz a todos los seres (incluso a Cielo y Tierra, después crea a Océano, a Luna...). Después decide, en una acción incestuosa unirse con su madre, Rea, de la que engendra a Perséfone (su hija y esposa a la vez) y de ella a Dionisos, siendo este último de la misma generación (rango) que él.


Hasta aquí llega el texto inteligible de la Teogonía del Papiro de Derveni (algo dañado por el tiempo). “Nos narra un mito complejo acerca de la organización del mundo y del poder divino en el principio de los tiempos, que tiene muchos puntos de contacto con la Teogonía de Hesíodo” (Bernabé, A, 2003: Hieros logos, pág. 48).


Bibliografía

Bernabé, Alberto. Hieros logos. Poesía órfica sobre los dioses, el alma y el más allá. 2003. Págs. 11-48. Editorial Akal. Madrid, España.