El presente texto nos presenta algunos aspectos importantes sobre la apología de Sócrates escrita por Platón, quien fuera uno de sus alumnos. Es ciertamente una perspectiva peculiar sobre cómo asume Sócrates la pena de muerte al ser llevado a juicio injustamente por sus oponentes ante cargos que claramente él no reconoce, sin embargo es importante darse cuenta de la manera en la que llega a morir como si lo estuviese aguardando, de modo alguno parece satisfecho de su actuar en medio de su pueblo y del final al cual le ha conducido.
Nacido probablemente entre el año 470 A.C. y muerto en el 399 A.C. Y a pesar de ser poco lo que se conoce a cerca de la vida y obra de este ilustre filósofo sabemos que fue hijo de una comadrona, Faenarete, y de un escultor, Sofronisco. Además de que fue soldado de infantería, siendo así que participó en las batallas de Samos, Potidea, Delio y Anfípolis.[1]
Ahora quiero mostrar a grandes rasgos la situación del juicio y los argumentos de Sócrates para elaborar su defensa. Sócrates se encuentra en un tribunal, calumniado por tres hombres. Ánito, Licon y Meleto. Señalan a Sócrates los siguientes delitos: Enseñar a los hombres a no creer en los dioses, situación sumamente grave, porque se trata de impiedad, además lo culpan de ser un hombre que averigua las cosas de abajo en la tierra y de arriba en los cielos “Sócrates es un impío, quiere penetrar lo que pasa en los cielos y en la tierra, convierte en buena una mala causa y enseña a los demás sus doctrinas”[2] no conformes con lo anterior argumentan que Sócrates enseña en beneficio propio, es decir, que a base de enseñar sus ideas obtiene dinero, es fácil predecir que Sócrates rechaza y refuta dichas acusaciones, arguye que él jamás enseña la inexistencia de los dioses, sino todo lo contrario, habla y enseña sobre ellos, aún más, su vida se rige por lo que los dioses le designen mediante una voz que él miso asegura le aconseja cada cosa que tiene que hacer, dicho consejero es un deimon entonces ya que sería ridículo, según él, hablar sobre hijos de los dioses sin creer que existen los dioses y que es totalmente falso que pretenda obtener dinero de sus enseñanzas.
“Un día habiendo partido para Delfos, tuvo (Querofón) el atrevimiento de preguntar al oráculo… si había un hombre más sabio que yo, la Phytia le respondió que no había ninguno”[3] En este punto expresa lo que el oráculo de Delfos le ha rebelado, como el hombre más sabio sobre todos, declaración que provoca la envidia y la ira de muchos presentes, pero no es alarde lo que aquí sostiene, sino que explica cómo trató de refutar el oráculo dándose cuenta de que él sabiendo muchas cosas declara no saber otras, sin embargo comprueba que en ello no existe alguien más sabio que él porque al salir y cuestionar a los que la ciudad tiene por sabios se da cuenta de que dicen saberlo todo y realmente no es así, por lo que parte de su labor fue esa, hacerles saber que realmente no sabían nada, situación que le atrajo gran número de enemigos. Posteriormente dirige sus argumentos sobre Meleto quien lo acusa de ser un pervertidor de la juventud, pero Sócrates hecha abajo los argumentos de su acusador.
Después declarará que no teme a la muerte, pues la considera una meta, un lugar al que llegar si eso vale obedecer a dios que es el más sabio de todos por eso rechaza la absolución de la condena impuesta “Yo, atenienses, os aprecio y os quiero, pero voy a obedecer más al dios que a vosotros y, mientras aliente y sea capaz, es seguro que no dejaré de filosofar”[4]. Su deber es enseñar el cuidado del alma y su perfeccionamiento. Se ha dedicado a enseñar como un hermano mayor, ya que sabiendo mucho es pobre “…tan desvergonzadamente, no han sido capaces, presentando un testigo, de llevar su desvergüenza a afirmar que yo alguna vez cobré o pedí a alguien una remuneración. Ciertamente yo presento, me parece, un testigo suficiente de que digo la verdad: mi pobreza”[5] con esto corrobora que él no enseña para beneficio propio, sino que lo hace por la justicia, y exhorta a que el que quiera enseñar lo haga como hombre simple y no público.
No pretende, como ya hemos mencionado, hacer que lo liberen, ni hace comparecer a sus hijos para apoyar esa causa, pues no le parece regular y honesto, siendo así que no pretende caer en las bajezas a las que otros han recurrido con tal de no ser condenados a morir, cuando se les tenía por grandes personajes, pero a Sócrates la muerte no le representa ni un solo mal, lo cual nos deja claro que no intenta suplicar a los jueces para evitar su muerte, por el contrario asume su condena a morir, declarando a los jueces que si es eso el precio de no callar las cosas buenas que aprendió durante su vida y haber obrado con justicia, entonces acepta la muerte como una meta, asumiéndola cual si fuera un triunfo.
Finalmente Sócrates concluye con su apología realizando una reflexión acerca de la muerte, en la que sostiene que la muerte es un beneficio mayor a vivir, puesto que si se trata de un dormir pacífico e ininterrumpido, entonces la muerte no representa ventaja alguna, afirma también que si es cierto que la muerte es un lugar a donde va el alma esto representa una dicha porque ahí se encontrará con los semidioses, los héroes legendarios, y muchos hombres ilustres a los cuales tiene deseos de interrogar para distinguir quienes son verdaderamente sabios “Pero aún sería un placer infinitamente más grande para mí pasar allí los días, interrogando y examinando a todos estos personajes”[6]. Al disponerse a la ejecución de la sentencia, concluye: “¿entre ustedes y yo, quién lleva la mejor parte? Esto es lo que nadie sabe, excepto Dios”.
Bibliografía:
Goñi Carlos, Breve historia de la filosofía, Madrid, colección Albatros, 2010, cap. II “Sócrates
Platón, Apología de Sócrates, Diálogos, J. Calonge (trad.), Barcelona, Gredos 2000, pag. 13-51.
[1] Cf. Consultado en http://www.filosofia.org/bio/platon.htm [Accesado el día 01 de Noviembre del 2011]
[2] Platón, Aplogía de Sócrates, en Diálogos J. Calonge (trad.), Barcelona gredos 2000, pag. 19, 21 a.
[3] Op. Cit. Platón, Ibidem, 21a
[4] Ibidem, 29 d
[5] Ibidem, 31 c
[6] Ibidem, 41 b
Me parece muy interesante darnos cuenta cómo Sócrates en vida se dedicó a buscar la verdadera sabiduría y a transmitir sus conocimientos a los jóvenes. Él logra demostrar que es el más sabio de los hombres porque es consciente de su realidad: sabe poco o nada. Y así, encuentra a muchos que dicen saberlo todo y él demuestra que su ignorancia es mayor aún que los que saben poco o nada. Su genialidad consiste en que reconoce que el conocimiento es ilimitado, o al menos tan grande que ningún mortal puede abarcarlo todo. Por último, es importante ver cómo, ante la muerte, él asume una actitud muy positiva, incluso la ve como algo favorable. De frente a una vida quizás ya sin enseñar, desprestigiado, vituperado, etc. él prefiere morir y encontrarse con los dioses, vivir tranquilo en otra vida.
ResponderEliminarMuchas Gracias hermano David por tus aportes a nuestra formación filosófica.
Me es muy interesante conocer más sobre la vida de este gran filósofo y ver que en realidad era una persona muy coherente en su vida y en todas sus palabras, en donde lo que decía y afirmaba lo vivía, y eso era lo que enseñaba, haciéndolo solamente por el gusto de enseñar, sin esperar algo a cambio. Según Sócrates, la verdadera sabiduría no reside en saber todas las cosas, sino en no engañarse uno mismo y a los demás pretendiendo saber todo cuando en realidad no es así, la sabiduría está en saberse limitado, pero no por ello dejar de buscar el conocimiento.
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ResponderEliminarSócrates se considera como un sofista diferente a los de su tiempo, donde su postura filosófica lo lleva a tener problemas con la sociedad, sin embargo, tales acusaciones que se hacen para a tacarlo no son lo evidentemente concretas para sentenciarlo a muerte.
ResponderEliminarLa manera en que Platón desarrolla la defensa de su acusación por palabras puestas en Sócrates, dejan ver la postura como la imagen que éste filósofo tiene sobre su maestro. Cabe mencionar que este escrito se ve posiblemente influenciado por la relación que Platón tuvo con Sócrates, donde su pensamiento postula a este sofista como un hombre que busca algo más allá de la muerte, honorable frente a las falsas acusaciones, entre otras cosas.
Personalmente considero importante conocer este dato al momento de leer este diálogo, pues nos sitúa en la postura en la que se describe a Sócrates en relación a Platón.
El escrito que has publicado me parece muy importante,pues presentas esencialmente a Sócrates desde el punto de vista Platónico, el cual se necesita entender su pensamiento para descubrir lo que quiso transmitir con su apología. Entretanto, el escrito que has realizado muestra la vida y el pensamiento de Sócrates, además el mismo protagonista personifíca a todos los sofistas de su tiempo.Creo importante investigar y comparar las otras apologías que hablan de Sócrates como la de Jenofonte y las nubes para que sea más enriquecedor el conocimiento de tal filósofo.
ResponderEliminarHay algunas deficiencias de redacción en el artículo, que dificultan un poco la lectura (y como el contenido de internet es tan enorme, agobiante, uno pasa sin continuar leyendo)
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