La filosofía tuvo gran auge en diferentes
partes del mundo especialmente en Grecia,
la cual se desarrolló aproximadamente en
el s. VI a. C. con los presocráticos, ya que ellos tenían la inquietud
de saber qué había más allá de lo tangible, es decir, razonaban y aportaban luz
a los problemas y situaciones de la vida cotidiana para darles una explicación
lógica de acuerdo a su época. Cabe decir, que hubo una escuela importante en el periodo de los presocráticos la cual es de los pluralistas. En ella hubo un alumno llamado Anaxágoras que destacó por su pensamiento filosófico. Además, es imprescindible saber que los
pluralistas se caracterizan por creer en un principio haciéndolo múltiple y
quieren “armonizar las exigencias de la razón y el testimonio de los sentidos”.
Ahora
bien, Anaxágoras nace en Clazomene,
alrededor del año 500 a. C. ahora bien, basandose en su crónica, según “Apolodoro, dice que nació en la 70 Olimpíada y que
murió en el año primero de la 88. Comenzó su actividad filosófica en Atenas en
el arcontado de Calias, a la edad de veinte años, según nos cuenta Demetrio
Falereo en su Registro de Arcontes, y dicen que allí estuvo treinta años”. Otro rasgo relevante de
su vida es que salió de Atenas por causas de un decreto que iba dirigido a él.
Dicho decreto acusaba a las personas que no creían en la religión propuesta en
tal época y a las personas que enseñaban teorías celestes. En efecto Anaxágoras abandonó Atenas por estos motivos y tuvo la necesidad de arribar a Lámpsaco
donde pereció.
Después
de describir la vida de Anaxágoras es indispensable profundizar y conocer su
pensamiento filosófico para encontrar la riqueza que aporta a sus coetáneos
conforme a la cosmología y otras posturas acerca de la realidad. Así pues,
Anaxágoras afirma que todas las cosas, no
importando su tamaño, contiene una porción de todo. También cree que la materia
puede ser infinitamente divisible, por ello
postula su idea sobre la cosmogonía diciendo que: “Juntas estaban
todas las cosas, infinitas
en número y pequeñez: ya que también lo pequeño era
infinito. Y mientras todas estaban juntas, nada era visible a causa de su
pequeñez; pues el aire y el éter las tenían sujetas a todas, siendo ambos
infinitos; puesto que éstos son los máximos ingredientes en la mezcla de todas
las cosas, tanto en número como en
tamaño”. Entretanto, con dicha
postura da a entender que el mundo surgió de una mezcla universal de cada cosa
singular que había de terminar por emerger. A pesar de lo ya mencionado Zenón
infiere diciendo que las pluralidades debían ser limitadas en número, sin
embargo Anaxágoras piensa que la realidad consta de un número infinito de
cosas, ya que no hay ni más ni menos de
cosas de las que hay. Es así que rechaza la inferencia del filósofo Zenón.
Otra
idea que él tenía era afirmar que la mente
es infinita, autónoma y gobierna todas las cosas que tienen vida tanto las
grandes como las pequeñas. Por tanto, se puede decir que la mente tiene el
conocimiento de todo y por ello tiene la facultad de ordenar todas las cosas. Por
ejemplo, Anaxágoras explica:
“cuando la Mente
inició el movimiento, estaba separada de todo lo que era movido y todo cuanto
la Mente movió quedó separado; mientras las cosas se movían y eran divididas,
la rotación aumentaba grandemente su
proceso de división”.
Mientras
tanto, para seguir ahondando el pensamiento de Anaxágoras se tiene que recordar
la postura acerca de las materias, la cual está compuesta de infinitos números
de porciones, y sobre todo puede ser infinitamente divisible. A pesar de lo
anterior, Anaxágoras creía que las cosas estaban coaguladas en partículas o
dicho con otras palabras, en semillas, donde se desarrollan las cosas. Algo
característico de las semillas es que tienen colores y gustos diversos, además
se deduce que algunos opuestos son ingredientes efectivos de ellas. Con ello se
da a entender que las semillas tienen cohesionados los opuestos y las
sustancias naturales solas. En cuanto a los opuestos se conciben como elementos
primarios de posición superior a las sustancias naturales. Los opuestos primarios
son el éter, el cual está compuesto por una semilla rara, cálida y seca.
También se encuentra el aire que es el otro opuesto componente de la
cosmogonía. En efecto, estos dos elementos aunados constituyen una mezcla
total. Mientras tanto, el pensamiento de
Anaxágoras conforme a la cosmogonía, explicaba que: “En primer lugar, el aire,
que, en este estadio, es el opuesto del éter, se solidifica en nubes; de las
nubes surge el agua; del agua surge la tierra; y de la tierra, por último, se
solidifican las piedras. No sólo lo igual continúa siendo atraído por lo igual,
sino que también, evidentemente, la presión existente en el centro de la
rotación va comprimiendo a las "semillas" en cuerpos cada vez más
sólidos”.
De igual forma Anaxágoras pensó que los primeros principios de las cosas eran las “homeomerías”, que en si explicaban que
todo lo que es debe proceder de una realidad ya existente. Pues le parecía
imposible que ninguna cosa llegara al ser a partir de lo que no es o que en
ello se disolviera. Por consiguiente, las
homeomerías son cosas que dividiéndose siempre dan partes
cualitativamente iguales.
Se dice que a Anaxágoras le interesó la
astronomía y meteorología diciendo que:
“La tierra tiene una forma plana y se
mantiene suspendida donde está, debido a su tamaño, a la inexistencia del vacío
y a que el aire, que es muy fuerte, la sostiene flotando sobre él. De las cosas
húmedas que hay sobre la tierra, el mar surgió de sus aguas, su evaporación dio
origen a todo lo que ha emergido, y de los ríos que afluyen hacia él. Los ríos
deben su origen, en parte, a la lluvia y, en parte, a las aguas de la tierra,
porque la tierra es cóncava y contiene agua en sus concavidades. El Nilo crece
en verano, porque confluyen en él las aguas procedentes de las nieves del sur.
El sol, la luna y todas las estrellas son piedras ígneas que la rotación del
éter lleva consigo en su movimiento”.
En conclusión, los últimos presocráticos fueron los pluralistas como
Empédocles, Demócrito, Anaxágoras, etc. los cuales se caracterizan por creer en
un principio haciéndolo múltiple, como es el caso de las semillas que forman el principio de lo creado. Por esta
razón Anaxágoras es un filósofo que aporta nuevas ideas sobre la realidad
reflexionando los problemas y situaciones de la vida cotidiana.
Bibliografía:
Kirk, Raven y Schofield, Los filósofos presocráticos, Cap. XII
“Anaxágoras de Clazomene“, Madrid, Editorial Gredos, 1994, pp. 3-45
Yarza,Iñaki, Historia de la filosofía antigua,Cap.IV
“ Los pluralistas”, Pamplona(España), Editorial EUNSA, 1992, pp. 54.
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